Resumen de Origen la película de Christopher Nolan
enero 21, 2022
El Origen (o Inception) es una película de ciencia ficción que cuenta la historia de un grupo de estafadores que utilizan una «máquina de invadir sueños» para conquistar sus objetivos más audaces.
Este complejo largometraje de ambientación futurista presenta cinco narraciones, una dentro de otra, que invitan al espectador a habitar un espacio de vacilación y duda entre la realidad y el sueño.
Dirigida por Christopher Nolan y estrenada en todo el mundo en 2010, la obra fue nominada a ocho categorías de los Oscar, ganando cuatro: mejor mezcla de sonido, mejores efectos visuales, mejor fotografía y mejor edición de sonido.
Análisis de Origen
Aunque en inglés se llama Inception, la película acabó traduciéndose al español como Origen. Si hiciéramos una traducción literal, el término podría leerse desde tres interpretaciones.
La primera de ellas estaría relacionada con la idea de «inicio, comienzo», la segunda estaría vinculada al verbo concebir (que significa concebir, crear) y la tercera versión está en sintonía con la noción de infiltrar, dominar.

El título parece haber sido elegido a dedo, ya que el imaginario presente en una sola palabra traduce lo que es efectivamente la esencia del largometraje.
Cabe recordar que la trama se desarrolla en un contexto futurista y que el escenario presentado está cargado de imágenes grises y represivas, que subrayan el suspense y la sensación de persecución.
Para aumentar la tensión, el cineasta añadió escenas con cámara lenta y cámaras temblorosas. La banda sonora de la película (Hans Zimmer) también subraya estos momentos de euforia y nerviosismo.
El complejo guión escrito por el propio director, Christopher Nolan, tardó unos diez años en completarse. La complejidad se debe no sólo a la mezcla entre realidad e imaginación, sino también de tiempos -pasado, presente y futuro- que se convierten, en manos de Nolan, muchas veces en inseparables.
El guión termina en un final abierto, multiplicando las posibilidades que se realizan a gusto del espectador. Es, por tanto, un final muy subjetivo. El propio Nolan afirma:
"En cierto sentido, creo que, con el tiempo, empezamos a ver la realidad como el primo pobre de nuestros sueños. Quiero presentarles el caso de que nuestros sueños, nuestras realidades virtuales, esas abstracciones de las que disfrutamos y nos rodeamos, son subconjuntos de la realidad."
Aunque presenta muchas situaciones que parecen alejadas de la realidad, lo cierto es que algunas de las cuestiones planteadas son ya posibles en el mundo contemporáneo.
La ciencia, por ejemplo, puede inducir el sueño (aunque todavía no es capaz de inducir el sueño por sí misma ni tiene ningún mecanismo para entrar en la mente humana). Ya está demostrado científicamente que los sueños pueden tener capas, pero no se sabe exactamente cuántas, como se afirma categóricamente en El Origen.
Otra incompatibilidad con la película se refiere al hecho de que es posible invadir un sueño. Lo cierto es que para invadirla habría que descodificarla para insertar nuevos contenidos, y hasta la fecha no se ha conseguido ninguna de estas dos partes.
El largometraje plantea cuestiones pertinentes entre la frontera del sueño y la realidad, resultando un reto para el público que se sumerge en esta aventura.
En un contexto de realidades permeables, nos preguntamos: ¿cómo sería vivir en un sueño en el que fuéramos vulnerables a ser invadidos por la intromisión de otros?
Análisis del final de Origen
Hay varias teorías sobre el verdadero significado del final de la película El Origen. ¿Estaba Dom Cobb en un mundo de sueños o en el mundo real?
La versión más extendida cree que la escena final (cuando el protagonista finalmente abraza a sus hijos) es la realidad. Otra teoría es que al final de la película Cobb sigue soñando.

El Origen se caracteriza, por tanto, por tener una trama compleja y muy bien desarrollada, que hace proliferar las dudas en el espectador.
Nolan, a lo largo de la historia, ofrece pequeñas pistas presentes en los diálogos de los personajes que, para los más atentos, sirven como pistas para elaborar teorías sobre el final de la película.
Michael Caine, que actuó en el largometraje, confesó que cuando leyó el guión se sintió confundido sobre el límite entre el sueño y la realidad y cuestionó al creador. El diálogo fue el siguiente:
"Le dije: '¿Cuándo es un sueño y cuándo es la realidad?' Él [Nolan] dijo: 'Bueno, cuando estás en la escena, es la realidad'. Así que quédate con esa: si estoy en la escena, es la realidad. Si no lo estoy, es un sueño".
Esa entrevista, en la que confiesa la distinción, se dio en 2018, pero lo cierto es que el largometraje sigue con su increíble capacidad de multiplicar las dudas en el público.
La cuestión principal es si Cobb estaría soñando o no. Para averiguarlo, hace girar su «tótem» (un peón) que, según las reglas, nunca dejaría de girar si su dueño estuviera en el mundo de los sueños.
El origen está considerado como uno de los clásicos del cine del siglo XXI y juega precisamente con la psique del espectador, haciéndole dudar ante los juegos ilusorios propuestos por el cineasta que hace de la realidad y de los sueños universos contaminables, no estancos.